Ya habían pasado las 6 de la tarde de aquel martes 17 de Mayo cuando un grupo de “primerinos de verdad” se acerca a la Ciudad de Quilpué, “primerinos de verdad” en el carro 1-B a cumplir citación de funerales en la 2a Compañía, nuestra bomba amiga.
La lluvia implacable, a la distancia abriendo paso entre el viento y lluvia, el Ford Primera, brioso, sus luces, intermitentes focos busca camino, campana y banderolas primerinas empapadas acompañando y dando el ánimo acostumbrado de quienes reconocemos el cansino ulular de su añosa sirena. Gran carro, hermoso, envidiable.
Al tripular en esas condiciones adversas uno se da cuenta lo que es ser Bombero primerino. Ver al Teniente 1° Sr. Urquiza, a nuestro cuartelero Sr. Nivaldo Mendoza, más a los Bomberos: Pedro Inzunza , Julio Hernández y Claudio Urquiza; todos de uniforme: dolman, guantes blancos, pantalón negro, Pasados de agua, viento y lluvia, que como agujas se clavaban en nuestros rostros. Pero somos y fuimos llamados a cumplir, digo ejemplo para los que vienen tras nuestro, cuando la Bomba nos llama hay que cumplir, lejos los egoísmos y rencillas , todo vale para llegar a ser un “primerino de verdad”.
La nostalgia se apodera de los recuerdos pasados, viento y lluvia, grandes recuerdos. Don Andrés de la Cuadra como maquinista sabe mejor que nadie del pasado de incendios en Quintero, Valparaíso Quilpué y alrededores. Nunca nos ha dejado el Ford 1-B. Por eso doy gracias en haber vivido estos momentos, creo de mucha importancia testimoniarlo de esta forma. Mi pequeño homenaje a esos Grandes Bomberos de la Primera que ya no nos acompañan y que también nos enseñaron a ser “primerinos de verdad”.
Bomberos primerinos: La contienda es desigual para todos nosotros.
Ya en el cuartel de la 2a Compañía de Bomberos de Quilpué, cargamos el féretro en la cama de nuestro carro. Mientras, la lluvia no daba tregua e inmediatamente detrás del 1-B las banderolas de la 1° y 2° Compañías y junto a nuestro Teniente Gabriel Urquiza. Se da comienzo al desfile y ahí los primerinos en fila de tres en fondo, desafiantes y orgullosos de su cotona GRANATE, mojados empapados hasta los huesos .
Finalizado el desfile, nos ordenan tripular; unos en el carro 21 de la 2ª y otros al 1-B hasta el cementerio de El Belloto, para dar así cristiana sepultura a nuestro querido Carlitos Carrión. Rendimos los debidos honores a nuestros amigos segundinos, para posteriormente tripular TODOS el carro 1-B. Hay que destacar que en ningún momento dejo de llover, el noble carro cargado como burro, se mantenía incólume y generoso. Alguien en un momento en que la lluvia era más intensa con el viento, de forma repentina a voz en cuello comienza a entonar nuestro himno: –“Cuando suena la sirena y abandonas el hogar…” creo que a más de uno se nos cayeron las lagrimas, no me cabe duda, el viento y lluvia no nos acallaron, detrás nuestro el carro rescate de la Primera de Quilpué que se despidió con sus sirenas con afecto en el recorrido a su cuartel.
Al llegar al cuartel de la 2ª Compañía, nuestros amigos nos esperaron con un reponedor café mientras no dejaban de mostrarse sorprendidos por nuestra nutrida presencia. En total éramos 11 Bomberos de cotonas granate, diciendo Presente una vez más. Nos despedimos con fuertes abrazos, la misión ya estaba cumplida. Nos miramos unos a otros, viejos y jóvenes, todos bomberos primerinos, empapados a más no poder pero contentos del deber que nos une a todos por igual. Dejamos como se debe dejar el nombre de la Primera Compañía de Bomberos José Francisco Vergara de Viña del Mar.
Los momentos vividos por este selecto grupo se sumarán a nuestras viejas tradiciones Bomberiles como recuerdo para quienes puedan contar esta pequeña historia.
Para quienes por diferentes razones no pudieron asistir a esta citación, esta es la nomina de quienes asistieron:
- Bomberos Honorarios, señores: Andrés de la Cuadra Boyd, Víctor León Alvear, Renato Morandi Mendez, José Romero Rivera, Jorge Véliz Riquelme, Antonio Martínez Zapico, Julio Hernández Zúñiga y Pedro Inzunza Ceballos.
- Bomberos Activos, señores: Claudio Urquiza Rojas y Mauricio Calderón.
Todos al mando de nuestro Teniente 1°, señor Gabriel Uquiza Bravo.
El carro 1-B fue conducido por nuestro cuartelero señor Nivaldo Mendoza.
Renato Morandi Mendez
Muchas gracias por tu interés en conocer más sobre esta emotiva historia de “Primerinos de verdad” a bordo de nuestra bomba Ford. Si llegaste hasta aquí, tal vez sientas curiosidad en saber como ayudar a la Primera y sumarte al grupo de benefactores y amigos de nuestra Bomba.
como no recordar ese día gris, frío y una lluvia que no nos daba tregua, sin embargo protegidos de aquella bolsa basura que nos enseñaste a colocarla debajo de nuestro Dormann Granate para, de alguna forma, no nos traspasara el agua….todo fue en vano.
Tal como lo describes, llegamos entumecidos y mojados y no fue el cafe caliente que bebimos en el antiguo cuartel de nuestros hermanos Segundinos, sino que que fue su acostumbrada calidez y camaradería con afecto que nos abrazó……claro y aquella vieja chimenea.
una de tantas historias, gracias por recordarla mi querido amigo “Genato”….”Labor Omnia Vincit”…con eso se resume tu historia.
un gran abrazo.